Preparamos el equipo para la ascensión. Con arneses, cascos y crampones, comenzamos el ascenso en terreno glaciar. Nuestros guías nos orientan y aseguran en todo momento.
A medida que ascendemos, el paisaje se vuelve más impresionante. Superamos tramos rocosos y pendientes empinadas. Alcanzamos el borde del cráter, donde se aprecia la majestuosidad del glaciar y los efectos volcánicos.
Llegamos a la cumbre del Volcán Lonquimay a 2,865 msnm. La emoción y la satisfacción llenan nuestros corazones. Disfrutamos de las vistas panorámicas, incluyendo otros volcanes cercanos como el Tolhuaca.
Iniciamos el descenso con precaución, desmontando el campamento. Deteniéndonos para admirar el paisaje en el camino de vuelta. Al llegar al punto de partida, nos despedimos con gratos recuerdos de esta inolvidable experiencia en el imponente Volcán Lonquimay.